Experiencias personales de la visita

Vielka:
La visita que realice a la Iglesia Jesucristo de los Últimos Días resulto ser una experiencia muy buena, ya que me permitió conocer a otra religión, cómo piensan, en  qué basan su fe, en qué creen, cuáles son sus preceptos y qué es necesario para ser parte de ellos. Me pareció razonable su manera de pensar, ya que es muy parecida a la Iglesia Católica y si decidiera cambiarme de religión creo que esa sería la única que consideraría como una alternativa.  Me llamó mucho la atención la labor que realizan los jóvenes misioneros que lo dejan todo por salir a la misión durante dos años. Además, me sorprendió que muchos de ellos ahorran toda su vida para poder reunir el dinero necesario para poder realizar el tan ansiado viaje y que se conforman y son muy felices con pensar que por ello son bendecidos por el señor.


Estefany:
Antes de realizar esta visita tenía ciertas dudas y estereotipos acerca de la religión mormona, al asistir concurridamente a la capilla pude ver que lo que yo pensaba que eran no era cierto. Pude observar que ellos eran muy parecidos a los católicos y que llevan una vida normal. Lo que más me llamó la atención es que todos coincidían que Dios les respondía cuando alguno tenía una duda, es decir que había una unión directa con Dios. Su amabilidad fue otra de las cosas que me causó un tanto de impresión, ya que no todas las personas te reciben con tanta amabilidad como si te conocieran de muchos años atrás. En esta visita también pude percibir la felicidad que sienten los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días al pertenecer a esta religión, al predicar la palabra de Dios y sobre todo la emoción que sienten cuando les preguntan si quieren que miembros de su familia sean misioneros. El convivir con ellos fue una experiencia muy bonita, pues aprendí de sus anécdotas, participamos de sus actividades y descubrimos una  nueva manera de ver el mundo.


Micaela:
Esta experiencia fue interesante, porque yo he sido amiga de alguien que es miembro de la iglesia mormona hace años, pero nunca había tratado de conocer más sobre sus creencias y su realidad cultural.

Asimismo, fue una experiencia agradable porque nos acogieron y no sentimos ningún rechazo. Por una parte es extraño conocer a una religión parecida en muchas formas a la de uno mismo, pero al mismo tiempo muy distinta. La manera en la que creen que José Smith en verdad tuvo una visión en la cual vio a Dios es algo alucinante para mí. Me resulta muy díficil creer en ese acontecimiento, e inclusive más el hecho de que un ángel se le apareció a José Smith y encontró el Libro de Mormón ya escirto y en un lenguaje que el pudo traducir. La verdad es un gran acto de fé que los mormones toman al creer en todos esos sucesos, al igual que lo es para todas las otras religiones creer en sus propias hierofanías. Eso es algo que me impactó de nuestras visitas y entrevistas, la manera incondicional en la que los miembros de la iglesia creían en las visiones de José Smith y seguían los mandamientos del Libro de Mormón. Además me pareció increíble la manera en la que todos honestamente creen poder hablar con Dios. El hecho de que dicen no tener dudas porque Dios responde sus preguntas me pareció algo muy interesante. Era como si todos se hubieran puesto de acuerdo en decir eso.

Así mismo, fueron muy conmovedores las historias y los testimonios que daban varios de los miembros. Al parecer todos los miembros que se han convertido cuando eran jóvenes adultos, tenían alguna duda o sentían un vacío que su religión no podía responder o llenar. De ahí surge la importancia de los misioneros, que lograrón atraerlos a esta nueva religión que promete una comunicaicón directa con Dios.

Por mi parte yo rezo todos los días, pero dudo mucho que si sintiera lo mismo que los mormones sienten cuando Dios les da una respuesta pensaría que Dios se ha comunicado conmigo. Creo que es algo sicológico y que ellos sienten lo que quieren sentir. Sin embargo, creo que es una religión que le hace bien a sus seguidores y que además es una buena opción. Me gustó poder conocer más sobre la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y aunque me cueste trabajo entender algunas cosas o nunca crea en todas sus hierofanías, la verdad es que respeto mucho su modo de vivir y la manera en la que predican sus creencias. La unión que pude observar entre todos los miembros de esta iglesia fue muy comovedor y me gustó mucho pasar tiempo con los seguidores de esta iglesia.